Los tres máximos responsables de la trama de corrupción que ha salpicado al PP de Madrid seguirán entre rejas. El juez Baltasar Garzón decretó ayer prisión incondicional contra Francisco Correa, presunto cerebro de la red de empresas que organizaban eventos para ese partido, su primo Antoine Sánchez y el ex secretario de Organización del PP en Galicia, Pablo Crespo.
El juez dejó libres a la mujer de Correa, María del Carmen Rodríguez, y a Felisa Isabel Jordán, ambas ex administradoras de cuatro de las sociedades investigadas, con la condición de que acudan al juzgado una vez al mes. A Carmen Luis, que también se encontraba en la lista de imputados, ni siquiera le impuso esa cautela.
Garzón considera que existen indicios racionales de que al menos cinco de esas personas han cometido presuntos delitos de malversación de caudales públicos, cohecho, prevaricación y blanqueo de capitales. La relación de Rodríguez y Jordán con la trama se basa en que ambas ocuparon puestos directivos en las firmas a través de las cuales se cometieron supuestamente los delitos.
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