jueves, 13 de noviembre de 2008






BEJAR.

La Sierra de Béjar, en la vertiente septentrional del Sistema Central, ha sido desde hace siglos un paraíso para los montañeros y los amantes de la naturaleza. No en vano, desde principios del siglo XX hay constancia de expediciones científicas que llegaban al lugar para realizar inventarios florísticos de este macizo, y es en 1929 cuando se levanta el refugio de La Covatilla.



El Palacio Ducal, hoy I.E.S. "Ramon Olleros Gregorio", preside la Plaza Mayor de Béjar. Se construyó sobre un antiguo castillo medieval y fueron los promotores la familia de los Zuñiga conservandose todavia restos de la primitiva alcazaba.


Béjar, ciudad textil lanera por excelencia, posee entre sus méritos el haber sido uno de los casos más importantes de especialización productiva de Castilla que, con todos sus avatares, ha sobrevivido al paso de los siglos.Esta supervivencia es aún más loable si se tiene en cuenta que se trata sólo de una pequeña ciudad, casi aislada en lo que al textil se refiere, y muy lejana de las grandes áreas textiles españolas de referencia, la catalana y la valenciana.




En la Ruta de las Fabricas Textile reside el importante patrimonio histórico industrial de Béjar, que constituye una importante identidad cultural de su floreciente pasado textil.La situación de las fábricas a lo largo del río no es casual, sino que cumple la función básica de aprovechar la corriente de agua para dar servicio a las fábricas y poner en movimiento sus máquinas o alimentar turbinas hidráulicas.

Destaca de la ciudad las viejas murallas arabes que rodean el centro urbano,construido sobre un risco,las vistas son espectaculares al valle del rio cuerpo de hombre y a las sierras.

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